OK, podrán retirarse de sus trabajos, podrán dar por terminada su carrera profesional y hasta disfrutar de una buena jubilación. Podrán pasar más tiempo con su familia, tal vez con sus nietos…
Pero, de verdad, retirarse como inversionistas? Rara vez ocurre. Esperan estar siempre atentos a la próxima inversión, pendientes de buscar una nueva oportunidad de hacer crecer su dinero, de que no se les pase una buena oportunidad.
Para estos amantes de las inversiones, el hecho de descubrir una buena oportunidad de inversión, entrar a tiempo y estar pendientes de salir en el momento ideal, emociona y alborota la adrenalina. Seguir aumentando su capital. Hasta el final de sus días, a veces.
Pero, caramba, sí hay tanta vida para andar detrás de cada oportunidad?
Cuándo, entonces, llegará el momento de utilizar en beneficio propio los activos, y que no solo sirvan como base para conseguir, después de un tiempo, más activos?
Todo pasará a las siguientes generaciones para que sean ellas quienes se encarguen de darse gusto y gastar lo que sus padres o abuelos construyeron?
El propósito de un patrimonio no es amontonar dinero ni activos. Es generar felicidad, aquí y ahora.
En WMI sabemos cómo orientar a las familias para que sean más felices y efectivas, desde ya, en la utilización de sus patrimonios.