Las empresas están procesando y aplicando nuevos conceptos estratégicos, nuevos mantras. La estrategia emergente, tal vez? O la analítica de datos? La estrategia continua?
En fin, todo lo que implique reaccionar rápido a cambios reales o esperados en el entorno, la tecnología, la demografía, la política, etc. El nombre del juego es, entonces, la flexibilidad.
Y los grupos familiares, qué?
También todos deberían definir su propósito. Para lo cual se deben preguntar, por ejemplo:
Cómo ve, cómo entiende el mundo esta familia? Cuáles han sido sus valores, qué la ha mantenido unida? Están vigentes aún esos valores?
Cómo se quiere proyectar esta familia hacia el futuro?
Somos mejores como grupo que como individuos? Es mejor que nos mantengamos juntos o llegará un momento en que sea mejor separarnos?
Cuál es el legado que queremos dejara las siguientes generaciones?
Preguntas muy pertinentes, conversaciones que hay que mantener activas, estar atentos y listos para cambiar de rumbo cuando se vea necesario, como hacen las empresas exitosas.
Este es el tipo de diálogos que WMI se ha especializado en plantear con sus familias clientes.
Por eso se sienten más organizadas y más tranquilas. Por eso la probabilidad de que tengan éxito y se proyecten bien hacia el futuro es mayor.