
Es clasificado según el nivel de experiencia en inversiones de alguno de los miembros de la familia (Cero, poco, medio o alto). Y también según su nivel de aversión al riesgo (alto, medio, bajo).
A partir de la casilla que ocupe en esta sencilla tabla, su portafolio es distribuido entre diferentes activos, asignando un mayor peso a renta variable (acciones) si el cliente declara que, si las cosas salen mal, podría tolerar las pérdidas que con alguna frecuencia ocurren con este tipo de inversión. O si no tiene espacio. Si no parece tolerar eventuales pérdidas, entonces mejor concentrarlo en renta fija: Bonos y CDT’s principalmente.
Como es de esperar, la mayoría de inversiones -si no todas- se harán por medio de vehículos financieros propios del banco, diseñados y operados por ellos mismos. Esto facilita enormemente su gestión, no cabe duda. Y también garantiza al banco obtener y pagarse de manera directa una comisión por los activos invertidos y, si los resultados del período fueron buenos, por las utilidades causadas.
Muy bien, muy lógico, pero es un escenario sub-óptimo, que esconde costos altos. Por un lado, la tarifa anual de administración puede fluctuar entre el 1,5 y 2,0% del valor del patrimonio. Además, quedan por fuera oportunidades de inversión en emprendimientos, fondeos, proyectos inmobiliarios, inversiones promovidas por otras entidades financieras y multitud de inversiones alternativas para las que los bancos no están preparados.
En cambio, trabajando por medio de WMI, el Multi-Family Office de mayor trayectoria en Antioquia, ocurre lo siguiente:
No se encasilla al cliente según dos criterios, sino que se parte de un conocimiento profundo, y cada vez mayor, sobre los gustos, intereses, fortalezas, debilidades, sueños y proyectos de la familia como un todo y a nivel de cada individuo. Las opciones de inversión son todas las que se ofrezcan en el mercado, independiente de quién sea su originador. Y para todo se aplica una mirada tributaria de corto y largo plazo.
Todas las decisiones de inversión se toman en un comité específico para esa familia, aumentando de manera notable la probabilidad de acierto.
Ah, y con una tarifa la mitad de la que cobra el banco!
No puede haber duda: para un manejo más inteligente y enfocado, para mayor eficiencia y rentabilidad y para pagar muchísimo menos, el manejo de un patrimonio familiar debe hacerse en compañía de un Family Office y no de una entidad financiera.